El Flúor es un elemento esencial en el funcionamiento del cuerpo, es encontrado en dientes y huesos. Está ampliamente presente en la naturaleza, especialmente en la corteza terrestre y en todos los cauces de agua.
Un uso correcto del Flúor ayuda a proteger el esmalte del diente de los ataques acídicos y del proceso de desmineralización que causa las caries. La necesidad de Flúor puede variar a lo largo de los años.
El Flúor remineraliza el esmalte y por consiguiente repara los signos tempranos de las caries. Tras un uso continuado de Flúor, el esmalte dental se fortalece, por lo cual es muy importante su rol en niños en la etapa de formación de los dientes. El Flúor frena el metabolismo bacteriano y previene la formación de ácidos.
La OMS recomienda cepillar los dientes dos veces al día con una pasta fluorada. Consulta con tu dentista o farmacia para que te recomiende que pasta fluorada es mejor para ti.
El Flúor es un elemento esencial en el funcionamiento del cuerpo, pero el sobreuso de éste puede causar Fluorosis. Generalmente, se manifiesta por la apariencia de manchas en el esmalte dental.
Sin embargo, no tengas miedo: un cepillado de dientes dos veces al día con una pasta rica en Flúor presenta un riesgo muy bajo de causar Fluorosis. No obstante, los padres deberían supervisar a los niños cuando se cepillan los dientes, para prevenir la deglución. Los efectos de la Fluorosis dental son generalmente estéticos y no dañinos para la salud.
Tal y como hemos visto, el Flúor es recomendado para prevenir caries. La Unión Francesa para la Salud Dental (UFSD) recomienda no usar pastas sin Flúor, ya que no ayudan en la prevención de las caries.
Aquí algunos trucos para poder elegir una pasta rica en Flúor: