Es fundamental cuidar los dientes del bebé nada más salir, para enseñarle a su hijo buenos hábitos de higiene bucal desde una edad temprana y prevenir las caries. En este artículo detallamos todos nuestros consejos para el cuidado de los primeros dientes del bebé.
Los primeros dientes del bebé, incluso si están destinados a caerse, juegan un papel importante en el desarrollo de su hijo. De hecho, servirán como guía para el desarrollo de los dientes permanentes, permitiéndoles crecer rectos y en la posición correcta. La dentición del bebé también es fundamental para aprender a masticar y para la adquisición del habla.
Los primeros dientes del bebé, también conocidos como dientes de leche , suelen aparecer alrededor de los 6 meses de edad. Sin embargo, es necesario tener en cuenta que no existe una regla exacta: algunos bebés nacen con uno o dos dientes, mientras que otros no aparecen antes de los 14 o 15 meses.
Los incisivos suelen ser los primeros dientes de leche en aparecer, primero los de abajo, seguidos por los de arriba. Después vienen los primeros molares, luego los caninos y finalmente los segundos molares. Por lo general, a la edad de 3 años, el niño tiene los 20 dientes temporales.
¿En qué momento hay que empezar a cepillar los dientes del bebé? Se recomienda comenzar a cepillar los dientes del bebé tan pronto como aparezcan, utilizando un cepillo de dientes si el niño lo tolera, o una toallita húmeda.
Una vez colocados los primeros molares, es recomendable iniciar un ritual de cepillado diario, preferiblemente por la noche antes de acostarse.
Para cepillar los dientes de un bebé, los procedimientos son similares a los que se usan al cepillar los dientes de un adulto. Se trata de cepillar cada diente, realizando pequeños movimientos desde la encía hacia el diente. Comenzar con las superficies externas, lo que significa la parte frontal de los dientes, luego pasar a las superficies internas que corresponden a la parte posterior de los dientes, y luego a las superficies de masticación, lo que significa la parte inferior y la parte superior de los dientes.
Hasta que el niño tenga 3 años, el cepillado debe ser supervisado por un adulto. Es fundamental que la pasta de dientes se escupa y no sea ingerida por el niño.
En cuanto a la cantidad de pasta de dientes a utilizar, se recomienda utilizar solo un frotis cuando el bebé tenga menos de 3 años, y luego una cantidad de pasta de dientes del tamaño de un guisante entre los 3 y 6 años.
La elección del cepillo de dientes de su hijo es muy importante: opte por un modelo pequeño, adaptado a sus manos pequeñas, y por un cepillo de cerdas suaves. A medida que su hijo crezca, es posible que necesite usar aparatos ortopédicos. Si este es el caso, es esencial elegir un cepillo de dientes que sea adecuado para aparatos ortopédicos.
También es importante elegir una pasta de dientes apta para su edad. En particular, es importante asegurarse de que la dosis de flúor en la pasta de dientes sea adecuada para la edad.